FUNDAMENTOS DE LA MEDICINA HOLÍSTICA
Si se desea comprender el poder curativo de las
prácticas de las técnicas de origen oriental como son el Tui Na; la Acupuntura; la Moxibustión; la Herboristica; etc.
Es menester apreciar el modo en que la teoría médica china enfoca las causas de
la enfermedad.
La enfermedad no se hace presente de pronto. En el
recorrido de la salud hacia la enfermedad aparecerá una variedad de síntomas a
lo largo de determinado periodo, como por ejemplo: cansancio, dolores en zonas
específicas, insomnio, nauseas y mareos, etc. Así el comienzo de la enfermedad
puede manifestarse física, emocional, mental o incluso espiritualmente. Para
los médicos chinos, estos síntomas indican un desequilibrio en el flujo de Qi. Las pautas en los estados
emocionales y físicos de los pacientes, en su conducta y en su ámbito vital
(que y como hacen las cosas en su vida) indicarán el tipo de desequilibrio y el
tratamiento requerido.
La medicina occidental (Reduccionista y Homeostática)
tiende a buscar un agente causante del malestar, la ingesta inadecuado de algo,
un golpe, una bacteria o virus, etc. Y allí donde la causa de una enfermedad no
resulta clara, se concentra en tratar los síntomas, subsidiando, hasta el nivel
molecular, una solución con la administración de un remedio específico para ese
evento fisiológico o extirpando quirúrgicamente el tejido afectado. Así es que
esta medicina echa sus raíces en la fisiología y anatomía, estudiando el cuerpo
separado de la mente y el espíritu humano.
Por el contrario, en la teoría médica china, cuerpo,
mente y espíritu son indivisibles e interdependientes y el diagnóstico y
posterior tratamiento es diseñado para
restablecer y mantener un estado de salud general en lugar de curar únicamente
el componente enfermo. En consecuencia, un malestar físico es visto como un
reflejo o expresión de falta de armonía en la persona, teniendo así una visión
holística de su realidad sintomática o enfermedad. Entonces para curar el
malestar, hay que curar la raíz que causa dicha inarmonía.
El Ciclo de Cambios Constantes YIN-YANG
De acuerdo con el pensamiento oriental, toda la vida
se origina en la interacción de dos fuerzas opuestas y complementarias: el Yin y el Yang. Todos los fenómenos
de la naturaleza pueden ser descritos en relación con estas dos fuerzas
contrarias que se hallan en constante interacción: cada cual no tiene
existencia por si misma, sino solo vinculada a la otra. Una buena analogía al
respecto es la relación entre el día y la noche. Así pues para definir la noche
es menester contar con una jornada; el día cambia a noche y después la noche
cambia a día, en un proceso continuo de transformación.
Todo en el Universo puede ser descrito en términos de
Yin y Yang, aún cuando nada es completamente uno o lo otro. La condición de Yin
o Yang de cualquier sistema determina el equilibrio existente en un instante
concreto en el tiempo entre el Yin y el Yang. Incluso en el yin más extremo, un
sistema siempre tendrá un componente Yang. En otras palabras no existe un Yin o
un Yang absoluto, sino el uno relacionado con el otro en un vínculo dinámico.
Al ser esto así, la filosofía china clasifica pares de
cualidades opuestas como condición de Yin una y otra como condición de Yang,
por Ej. Lo “suave” es una condición “Yin” y lo “duro” una condición “Yang”.
Otros pares de correspondencias son:
Yin
|
Yang
|
Tranquilo
Opaco
Femenino
Medianoche
Frio
Interior
Letárgico
Invierno
|
Inquieto
Brillante
Masculino
Mediodía
Calor
Exterior
Enérgico
Verano
|
El símbolo Yin-Yang de la figura, ilustra la
interdependencia y la interacción entre las dos fuerzas opuestas y
complementarias.
El Yin es representado por la parte oscura y el Yang
por la clara. La curva que los divide muestra que el Yin y el Yang se
transforman uno en el otro, en tanto que los círculos pequeños ilustran el modo
en que uno contiene al otro.
Cada aspecto del cuerpo humano, de la mente y del
espíritu puede ser definido por el equilibrio entre yin y yang. Si se desea una
buena salud, se ha de mantener el equilibrio entre ambos.
Las Sustancias Esenciales
Las sustancias esenciales del cuerpo para la Medicina
China son: Qi, Jing, Shen, Sangre y
Fluidos Corporales.
Qi, Jing y Shen son conocidas como los Tres Tesoros.
Estas son las tres fuerzas fundamentales que constituyen la energía situada
detrás de cada aspecto de la existencia humana. ¿Que quieren significarnos cada
uno de estos tesoros?
El Qi es el gran activador, provoca
que las cosas ocurran y cuida que estas sigan ocurriendo en un equilibrio
dinámico. Es la energía de todos los procesos vitales, desde la concepción
hasta la muerte, siendo también el protector corporal por mantener el cuerpo
caliente y luchar contra los agentes patógenos. Si el Qi es deficiente, el
cuerpo muestra menos resistencia a la enfermedad. Nosotros
heredamos el Qi original de nuestros padres (por ello es tan importante estar
plenos y sanos en el momento de concebir, para no trasmitir un Qi deficitario)
y adquirimos Qi de los alimentos que ingerimos y del aire que respiramos.
El Jing es el portador de la fuerza de
la vida, el “motor” que determina el patrón de crecimiento y desarrollo. Un
Jing de alta calidad crea una constitución fuerte. Las acciones del Jing
original que heredamos de nuestros padres resultan complementadas por el Jing
provenientes de la alimentación. El Jing promueve la producción del Hígado Qi, que es una especie de fuente
de la que fluyen todas las otras formas de Qi, proporcionando a su vez la
producción de “médula espinal” que incluye el cerebro y la columna dorsal. Un
sobre esfuerzo puede reducir el Jing.
El Shen es guía de Qi, la vitalidad
situada detrás de Qi. El Shen es el espíritu del ser, como un tipo de Qi que
apoya la actividad de la mente y el pensamiento. El Shen está asociado con la
personalidad y el poder de la mente para conformar ideas, por eso el conducirse
con pensamientos armónicos y valores de verdad y justicia nos conduce a una
fluidez armónica del ser. Si el Shen no está en armonía, pueden generarse,
entre otros y en términos generales, pensamientos confusos y olvidos. Aquí
también, el Shen Original, lo heredamos de nuestros padres (volvemos a ver
nuevamente la importancia que reviste ser padres sanos y armónicos) y lo
alimentamos continuamente durante nuestras vidas mediante el aire y la comida.
También estos tres tesoros se alimentan indefectiblemente con la vida
espiritual: la meditación y la oración. Además la gimnasia aeróbica y
energética potencian los aspectos saludables de estas prácticas respiratorias y
orantes.
Bien avancemos con el conocimiento del Qi. El Qi es la
fuerza de la vida, la energía vital gobernada por la interacción entre Yin y
Yang. El Qi impregna el Universo y todas las cosas vivas. Es así que toda la
vida es resultado de la interacción entre el Qi y la materia; y dicha relación
termina con la muerte. En nuestros cuerpos el Qi fluye a través de canales
denominados “meridianos” o “nadis” vinculados con los “Chakra” o centros de
vinculación energéticas del ser humano ubicados a lo largo del eje central de
la persona, estos son siete principales y muchos otros secundarios o menores
distribuidos por todo el cuerpo (lo describiremos en un capítulo especial) que
alimentan dinámica y bioenergéticamente a todos los órganos, la mente y el
espíritu. Así pues, el modo en que el Qi fluye por todo el cuerpo influye en el
bienestar físico, mental, emocional y espiritual.
En condiciones de salud, el Qi fluye suavemente por
los meridianos y Chakras, y para que ello ocurra, las influencias del Yin y el
Yang han de estar en equilibrio. Es así que cada individuo tiene un mapa
bioenergético particular, que lo hace especialmente único y por lo que es
importante se reconozca a sí mismo y sepa discernir sus puntos medios, sus
estados óptimos de equilibrio y aprenda a conducir sus energías para mantenerse
armónico y equilibrado, estado este que facilitará su transcurrir ante la
realidad que le toque vivir. Es así que cada individuo posee una distribución
óptima de Qi a través de su equilibrio personal entre el Yin y el Yang, lo que
le otorga el “brillo” propio de su salud, su energía y su vitalidad.
Si el flujo de energía Qi es perturbado (imagínense
miles de situaciones desequilibrantes en todo orden, alimenticias, vincular,
sedentarismo, fumar, excesos, déficit, etc.etc.), puede esta estancarse y
llegar a bloquearse, afectando el equilibrio entre el Yin y el Yang y dando
como resultado una enfermedad (que se expresa con síntomas orgánicos en forma
creciente hasta instalarse con más severidad en el orden
Psico-Físico-Espiritual)
La Sangre
El concepto oriental sangre tiene un significado mucho
más amplio que el de “sangre” en la medicina occidental. La sangre para los
médicos chinos es casi una extensión de Qi originado en el corazón y la médula
espinal Qi como producto del Qi proporcionado por la alimentación y el aire. Aquí
la sangre nutre al cuerpo transportando alimentación Qi, y humedeciendo y
lubricando los órganos de los tejidos internos. La sangre y el Qi se sostienen
mutuamente: la sangre es producida por el Qi y se desplaza por el Qi y
viceversa esta alimenta el Qi.
Fluidos Corporales
Todos los demás líquidos naturales del cuerpo, tales
como sudor, saliva, mucosidad, lágrimas, linfa y fluido de las articulaciones
se clasifican como fluidos corporales. Es su función humedecer los tejidos
corporales, los músculos, los órganos, la piel y el cabello. Aquellos más
claros como el sudor y lágrimas son el Jin,
mientras que los más pesados y espesos como el líquido sinovial o
cefalorraquídeo ambos se denominan Ye.
Los Órganos
En la Medicina Tradicional China, los órganos son
considerados no solo como parte física corporales, sino también en término de
sus funciones y su relación con otras partes bioenergéticas del cuerpo.
Llamamos a este complejo: Órgano-Función.
Aquí existe una superposición con la definición
fisiológica de la medicina occidental, pero en general, la visión china amplia
el concepto a integrar el sistema órgano, vinculándolo al componente Físico,
emocional y espiritual de la persona, quedando signado un complejo que se
denomina Órgano-Función. Esta visión holística y bioenergética dinamiza la
observación de las manifestaciones sintomáticas integrándolas para observar a
todo el ser y no a solo una de sus partes, de aquí que los tratamientos tienden
a armonizar y tratar a todo el conjunto y no a la parte afectada.
Ejemplificando: José tiene 35 años y sufre una migraña
aguda. El dolor tiende a establecerse alrededor de su ojo derecho, obligándole
a una visión un poco borrosa; siente también dolor en la base del cráneo y en
la parte superior de su hombro derecho. Se irrita fácilmente con su esposa y
sus compañeros de trabajo. Su tarea lo lleva a cenas de negocios, en las que
tiende a beber en exceso. José acude al gimnasio una vez por semana, donde se
daño la parte baja de la espalda hace ya un mes. Desde entonces le ha dolido la
pierna derecha que no le permite dormir bien empeorando a su vez el dolor de
cabeza. Su médico le prescribió antiinflamatorios y tranquilizantes.
Todos los síntomas de José indican un desequilibrio en
las energías de la madera (órgano Yin hígado y Yang Vesícula Biliar). Es
fácilmente irritable, con la emoción bajo control del órgano del hígado. El hígado influye en
todos los músculos del cuerpo y en los tendones, lo que le provoca el dolor.
Los emplazamientos de sus dolores demuestran que se necesita trabajar sobre el
meridiano de la vesícula biliar, lo que dará acceso al Qi del hígado, así como
puntos específicos del meridiano del hígado. El tratamiento sobre los puntos
Shu del hígado y la vesícula biliar serán beneficiosos. José deberá reducir el
consumo de alcohol.
En síntesis vemos que el tratamiento reflexológico y
el cambio de hábitos refieren a la búsqueda del equilibrio bioenergético del Qi
de José. Esta visión integral nos lleva a observarnos con una mentalidad más
dinámica, integrista y holística.
Entonces cuando decimos que el corazón Qi y la sangre
están en armonía el pulso es fuerte y el espíritu está alimentado. Pero si el
corazón Qi es débil, su consecuencia es pérdida de memoria o insomnio, síntomas
ambos de un Shen falto de armonía.
Órganos Principales
Los órganos principales se denominan Zang-Fu.
Los órganos Zang
son los órganos Yin más internos
y sólidos: Pulmones, Pericardio, Corazón, Bazo, Hígado y Riñón.
Los órganos Fu son
los órganos Yang más externos y
huecos: Estómago, Vesícula Biliar, Vejiga, Intestino Grueso, Sanjiao e
Intestino Delgado.
Cada órgano Zang está emparejado con un órgano Fu. Las
principales funciones de cada uno de los órganos los describiremos en otro
artículo. Para mantener la salud, los sistemas de órganos han de trabajar
definitivamente juntos en armonía, sosteniendo la multiplicidad de actividades
corporales en armonía y sincronía.
Corolario: El Qi es la energía que mantiene el
equilibrio entre el Yin y el Yang para sostener las funciones de los órganos.
Órganos ZANG
(yin)
|
Órganos FU (Yang)
|
Pulmón
Pericardio
Corazón
Bazo
Hígado
Riñón
|
Intestino Grueso
Sanjiao
Intestino Delgado
Estómago
Vesícula Biliar
Vejiga
|